martes, 12 de agosto de 2014

Mina San Miguel. Pozo San Vicente.

Hemos dejado atrás la fundición San Luis, continuamos por la vía verde, antigüo trazado ferroviario de Linares - Los Salidos.  Lo primero que encontramos a nuestro paso, son los restos de lo que en otra época fue un puente por donde circulaba el tranvía.

Son los primeros días del mes de mayo, el campo esta en todo su esplendor, la vía verde esta muy transitada, linarenses que aprovechan esta mañana soleada y de temperatura agradable para pasear y hacer ejercicio. Nosotros vamos disfrutando del paisaje y unos metros más allá, nos encontramos con la primera edificación minera.

Es Pozo Rico, perteneciente a la Mina de San Miguel. Estamos en el paraje conocido como la Mesa del Madroñal. En este pozo aún se mantiene en pie su pequeño castillete metálico. Esta situado sobre una excavación de unos 540 metros de profundidad. Este pozo ya en 1825 era explotado por pequeños grupos de mineros locales "sacagéneros" o cortadores.  A mediados del siglo XIX la sociedad minera "La Vigilancia" adquirió la explotación. La concesión durante sus años de explotación, fue propiedad de varias empresas, siendo en 1908 propiedad de la Compañía Minera de Linares que la arrendará a la Compañía Peñarroya.

Pozo Rico entre 1910 y 1914 fue su periodo de máxima explotación. Cesó su actividad definitivamente en 1967, por estar agotado el filón.

Delante de nosotros vemos una gran edificación, una magnifica cabria de mampostería con castillete metálico. Me asalta la curiosidad, hay un panel indicador y explicativo, estoy en San Vicente.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, el bello se me eriza, acaban de pasar por mi cabeza las mil historias que me contaba mi madre sobre "La Minera", el pozo de San Vicente, donde mi abuelo Guillermo Ergueta Toledo, era maquinista de la cabria entre los años 20 y 40 del pasado siglo. De tantos y tantos ratos de mi niñez, oyendo a mi madre contarme su infancia alrededor de este paraje, al final,  la casualidad y este blog, me acercan a mi pasado minero.

Es el pozo más profundo del distrito minero, con una profundidad aproximada de 1008 metros, " El Chifle", su primer nombre, allá por 1825, este sería el  nombre con el cual fue inscrita la concesión. Será sobre 1872 cuando se registra esta demarcación como San Miguel. En esta fecha el prestigioso ingeniero inglés Carlos Remfry será el que instale una máquina de vapor para el desagüe.

Será la tarde del 21 de marzo del año 1967, en plena Semana Santa, cuando esta explotación minera entra en la leyenda de la minería linarense. Sería en el último viaje que su cabría realizaría, ya que el filón estaba agotado y la mina cerraba por no poder seguir extrayendo el preciado mineral. Allí quedaron las vidas de seis mineros que se desplomaron al vacío, cuando solo le faltaban 70 metros para llegar a la superficie.

Según se contó, por la personas que estaban presentes cuando el accidente, este era el último viaje de la jornada laboral, la caída de la noche y las prisas por terminar, llevo a subir a los seis mineros junto al cable submarino que estaban desinstalando del pozo, este sobrepeso fue el que llevo a la tragedia.

De la tragedia han pasado ya 47 años y los restos que aún se conservan de esta explotación no pasan inadvertidos para nadie, es además parada casi obligada, para aquellas personas que pasean y visitan esta zona del territorio minero. Hemos llegado al fin de nuestro paseo por hoy, regresamos a la ciudad de Linares. Con una  idea de nuestra próxima excursión.



Ya estamos de vuelta en la ciudad, ha sido esta, una excursión llena de emociones, como ritual de estos paseos, una parada y unas "cañas", mientras en torno a este momento, entablamos nuestra tertulia y proyectamos nuestra nueva ruta.


Esta vez decidicmos parar en la terraza del Bar Mañas Los Jamones, "El Jamón" uno de los establecimientos más populares, situado en la Avenida de España.


De primero hemos pedido pinchos, para continuar con unos calamaritos a la plancha y para terminar picadillo de chorizo.