sábado, 6 de abril de 2013

Calle Teniente Ochoa

Hemos dejado atrás el hospital de San Juan de Dios en la calle Cánovas del Castillo. Nos dirigimos dirección hacia la calle el Marqués.

Es la calle Teniente Ochoa, nombre que recibe por haber vivido en ella un heroico soldado que en 1921 murió en una de las guerras coloniales que España litigo en Marruecos.

En la que fue su casa podemos ver una placa que recuerda tal hazaña.

Esta calle en su tramo hasta la calle Marques, se llamó también sobre el siglo XVI, calle del "Santo Cristo", por la existencia de una hornacina con dicha imagen, en una casa que fue demolida cuando la construcción del convento de San Juan de Dios.

Desde  la calle Marqués hasta la costezuela de San Francisco, se le conoció por la calle "Los Barraganes". En el siglo XIX y hasta la dictadura de Primo de Ribera, se le llamó a la calle "Ros de Olano", hasta que fue cambiado por su nombre actual.


En el año 1691 se crea en Linares la fundición y Real Casa de la Moneda, en esta calle haciendo esquina con la calle el Marqués, es el primero de los emplazamientos que la Casa de la Moneda tuvo en esta ciudad. Dicen que la calle el "Marqués" se llamó antes "Chimeneas", por las mismas, que contaba este establecimiento monetario para la fundición del metal que se acuñaba.- Esta imagen del XIX, nos muestra la fachada de la Casa de la Moneda en la calle Teniente Ochoa, al fondo el Hospital de San Juan de Dios.



Una de las calles cofrades, por ella podemos admirar durante la Semana Santa, Hermandades y Cofradías, como "La Borriquilla", "Humildad", "Estudiantes", "Nazareno" y  "Expiración". De especial significado para la Hermandad del "Nazareno", durante muchos años, en las dependencias de los Juzgados, se ha instalado una capilla provisional para albergar a Nuestra Señora Maria Santísima del Mayor Dolor, antes de su estación de penitencia por las calles de esta ciudad en la "madrugá" del Viernes Santo.

Es tanta su relación, que un azulejo nos recuerda esta unión de la cofradía, con esta calle.

Es una tarde de abril, lluviosa y fría, así que hemos decidido resguardarnos del agua, después de visitar esta calle, pequeñita, pero cargada de historia.
Que mejor lugar de la taberna La Carbonería, situada en el número 9 de la Calle Zabala.
De primero hemos pedido melva con pimiento del piquillo, después hemos tomado, un bacalao "desmigao" en pan tostado y para terminar,  una tosta de solomillo a la plancha, sobre un lecho de tomate rallado.