viernes, 27 de diciembre de 2013

Templo de Santa María la Mayor

El periodo de dominación árabe sobre las tierras de Linares, termina con la reconquista de Baeza por parte del Rey Fernando III en 1227. Las nuevas tierras conquistadas, son repobladas con personas que llegan de los reinos del norte de la Península Ibérica: asturianos, cántabros, leoneses, aragoneses o castellanos.

A la aldea de Linares llegan también nuevos pobladores, sobre todo de origen castellano. Junto a la población autóctona deciden levantar un templo para el culto cristiano, en el lugar donde se encontraba la mezquita. Esta a su vez fue construida sobre la primitiva iglesia que existió en época visigoda.
Este nuevo templo se construye durante los siglos XIII al XV bajo la advocación de Santa María La Mayor. Parte de la muralla exterior del castillo debía de pasar junto a la iglesia, ya que para algunos historiadores la parte inferior de la torre del campanario, de planta circular es muy parecida al único torreón que se conserva de la desaparecida fortaleza.
El templo sufre varias transformaciones, en el siglo XVI se decide acometer la construcción de una nueva iglesia de estilo renacentista, sobre la antigua iglesia gótica. En 1573 se encarga la construcción del nuevo edificio al maestro cantero Andrés de Vandelvira. Inicia la obra por el altar mayor y el crucero, pero no llegará a terminarla, la nueva Villa de Linares  no puede sufragar una obra de tal magnitud. Es una población pequeña en la que no existen grandes señores, además unos años antes se ha conseguido el titulo de villa y ha pagado su independencia de Baeza. 
En el año 1803, en un solar aledaño a la iglesia se construye el cementerio, posiblemente aprovechando parte del solar que ocupaba el castillo, demolido sobre esa época. Desde la iglesia de Santa María hasta el Camino Real hay una empinada cuesta, en ella se encuentra la Capilla de la Animas. Esta era la vía principal de acceso a Linares a pie, ya que la lonja existente impide el paso a carruajes y caballerías hacia la calle del Pilar.
El acceso a la antigua lonja se hacia por tres escalinatas, dos laterales y una central. A esta última se le llamó de "las trece gradas", por ellas subían haciendo penitencia arrodillados los fieles haciendo las estaciones del Via-Crucis. Con los años se decide dar acceso a carruajes y caballerías, se aprovecha el estado de ruina de la lonja , se reforma y desaparece la escalinata, se construye un muro de piedra que perdura hasta la nueva reforma de la lonja. En esta última reforma se vuelve a recuperar la escalinata, siendo esta la que hoy esta en uso para acceder al edificio religioso y su lonja.
Con la Guerra Civil, la iglesia se incendia y desaparece el altar mayor, mobiliario y enseres que existían en su interior, su restauración después de la contienda hace que pierda su forma original. Esta reforma se le encarga al arquitecto Ramón Pajares.
La iglesia en su interior conserva el cuerpo gótico de pilares octogonales  y bóvedas cuatripartitas, mientras que la parte del crucero es renacentista. En el altar mayor posee un bello retablo plateresco, esta compuesto de una colección de tablas sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento, tiene una marcada influencia italiana tanto por el pintor y el escultor que en él trabajaron. Es en el año 1974 cuando el edificio es declarado monumento histórico artístico nacional.


Hoy nuestro paseo ha llegado a su termino. Hemos conocido parte de la historia uno de los edificios más importantes que esta cuidad alberga.

Como ya es costumbre, buscamos un lugar donde tomar unas "cañas", así que nos acercamos a la calle Jaén, al café-bar El Torcal, un lugar que trae a mi mente buenos recuerdos, de una época de mi vida ya pasada. A comentar y dar nuestra opinión de lo visto y lo aprendido, en una tertulia entre amigos.

De primero, hemos tomado una brocheta de "carne", continuando con unas tortillitas de patata y para terminar un bollito de chorizo.


Hemos pasado un buen rato, e incluso hemos recordado parte de esos momentos de juventud, vividos en este local, y uno ha recordado cuando antes de llamase este establecimiento El Torcal, se llamó El Zorro .

lunes, 25 de noviembre de 2013

Ha pasado un año

Parece que el tiempo no pasa, pero ya ha pasado  un año, ¡¡ Si ... un año!!, el 11 de noviembre del 2012, este blog colocaba en Internet su primera entrada.

Su prólogo, que junto con la descripción de la cabecera de la página, era una declaración de intenciones, sobre a lo que pretendía dedicarse esta publicación. Al principio, era una forma de pasar el tiempo, sobre todo de esas largas tardes de invierno de los fines de semana.

Las entradas fueron surgiendo, así como la forma y el formato. ¿Por qué hablar solo de bares y tabernas? ¿de tapas y pinchos?. Linares es más que eso, de ahí el decidir narrarlo. Un paseo por la ciudad, descubrir su historia, su pasado y dar a conocer su patrimonio monumental. Hablar de una humilde aldea que por circunstancias del progreso, crece y se desarrolla  a la sombra de la minería a una velocidad de vértigo, pocas ciudades andaluzas han crecido y han sufrido esta transformación tan importante en tan poco espacio de tiempo.


Sin querer se fue convirtiendo en algo adictivo, ya que para poder publicar una vez más, había que sumergirse en la historia y lo que aconteció, en esa calle, plaza o edificio de Linares, buscar  fotografías de otros tiempos, acompañadas con otras realizas por mi de esta época.  Además decidí que no solo había que  limitarlo a la ciudad.

¿Por qué no tener "Un cuaderno de Viaje"?, donde poder hacer partícipes a los lectores del blog de los lugares visitados, así como una ruta inicial por donde poder pasear, además de indicar establecimientos del lugar que nos han gustado y donde poder disfrutar de su gastronomía local.

El futuro del blog es todo un reto,  quedan muchos lugares que descubrir de esta ciudad, así como espacios de los que todos disfrutamos y estamos orgullos, entre ellos el Pósito, el Centro de Interpretación del Paisaje Minero, Casa Museo de Ándres Segovia, pero sobre todo intentar hablar del territorio minero. Hablar de los movimientos sociales, políticos y culturales, acontecidos entre los siglos XVIII y XX.

También si la economía lo permite, viajar, recorrer lugares cercanos a Linares y dar a conocer mi visión de esos lugares visitados.

Pero sobre todo agradeceros  a todos vosotros las más de 10.600 entradas al blog, de este año, que han servido de ánimo para seguir con este proyecto.


sábado, 26 de octubre de 2013

Coso de Santa Margarita

Linares no disponía de plaza de toros. Las corridas se celebraron durante los siglos XVI y XVII  en la Plaza del Ayuntamiento. Por aquella época se le llamaba a esta zona "El Llano", por su amplitud.

Será en el año 1865 y en unos terrenos propiedad de Don Luis Granados y Marín del Rosal, en la prolongación de la denominada "Cuesta de la Moza" (actual calle Argüelles), cuando se comienza a construir la plaza de toros. La inauguración de la plaza se hará, haciendo coincidir este acontecimiento con la festividad de la Patrona de Linares, La Virgen de Linarejos, con dos magníficas corridas para los días 9 y 10 de Junio de 1867. Cuando se construyó esta plaza contó con el anillo de ruedo más grande  de las plazas existentes en ese momento, con un diámetro de sesenta y dos metros. En 1886 se estrecho este anillo, por imposición del gran maestro Rafael Guerra Bejarano "Guerrita", torero de Córdoba, llamado también segundo califa del torero. Guerrita se negaba a torear en Linares porque decía que con ese diámetro toda la ventaja era para el toro, que aquí el animal tenia más poderío que en ninguna otra plaza y que el torero ante la necesidad de auxilio le costaba más alcanzar las tablas y ponerse a salvo. La plaza cuenta con caballerizas, corrales, 10 chiqueros, capilla, enfermería, sala de toreros y desolladero.

En el año 1890 visita la ciudad  Isaac Peral, inventor del Submarino y para esta ocasión se organizó un festejo taurino, donde los matadores "El Gallo" y "Jarana" lidiaron seis toros. Isaac Peral en agradecimiento les obsequió a cada uno de los matadores, con una cartera y un alfiler de corbata.

Los jardines de Santa Margarita se construyen bastante tiempo después que la Plaza de Toros , en un terraplén llamado solar de Murga. Se realiza una importante obra de desmonte y afianzamiento del terreno, para evitar que los cimientos de la plaza se puedan ver afectados.

Debido a la poca rentabilidad de la plaza, aunque los festejos taurinos eran frecuentes, el propietario del edificio realiza unas reformas debajo de los tendidos y los convierte en viviendas, aprovechando el rápido crecimiento de la población y la falta de espacio para albergar a las personas que llegan a Linares en busca de un mejor futuro. Esta viviendas estaban faltas de ventilación, eran insalubres, pero era un techo para muchas familias que por entones vivían en chozas en el espacio que hoy ocupa la Glorieta de América. Estas viviendas estaban ocupadas por personas de condición humilde en su mayoría eran familias de mineros, también familias de raza gitana, así como alguna mujer de la vida.

Las más grandes figuras del toreo han pasado por esta plaza de toros de Linares, pero entró en la historia de la tauromaquia a nivel mundial,  el día 28 de agosto de 1947, cuando el toro de Miura "Islero", hirió de muerte a Manuel Rodríguez "Manolete". En la terna de esa tarde le acompañaban, Rafael Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana y Luis Miguel "Dominguín". Tiempo después en una de las tardes que "Dominguín" toreo en el Coso de Santa Margarita, fue acompañado por su amigo y escritor Ernest Hemingway.

Será en la década de los  50 cuando la plaza de toros compagina los festejos taurinos, con el cine, siendo unos de los lugares de esparcimiento de los linarenses en las noches de verano. Esta actividad durará hasta bien entrada la década de los 80 del pasado siglo.

Hoy hemos disfrutado con nuestro paseo por esta zona de la ciudad y nos han sorprendido algunas de las cosas ocurridas dentro y fuera del Coso de Santa Margarita. Mis acompañantes, ya están deseando comenzar con el ritual que nos lleva el final de cada paseo. Nos vamos de "cañas", una tradición tan linarense como la taurina.

Cerca de la Plaza de los Toros, en la calle de Espronceda, se encuentra "la neotaberna andaluza" Con Acento Andaluz, establecimiento propiedad de Juan Carlos Trujillo,  también propietario y  responsable de los fogones del restaurante-taberna Canela en Rama.

De primero hemos pedido por recomendación de la chica que nos ha atendido un Mollete Campestre de Pollo, después hemos tomado, Albóndigas Crujientes con ketchup y cebolla caramelizada , además de una tapa  Tortilla de Patatas con Morcilla;  así como unos platos para picar,  Pipirrana de la casa con queso añejo y  Tres Solomillos a los Tres Quesos.








sábado, 12 de octubre de 2013

Plaza del Ayuntamiento

La actual Plaza del Ayuntamiento, era una de las zonas por donde discurría el  Camino Real. Este lugar se convirtió en plaza, en el lugar de reunión donde los vecinos acudían para estar al corriente de las noticias que llegaban de la Corte o de cualquier rincón del país. Es donde siempre ha estado el edificio del Cabildo o Ayuntamiento.

Durante los siglos XVI y XVII, se conoce a este lugar como "El Llano", por lo amplio del espacio y es durante las fiestas patronales donde se realizaban los festejos taurinos.

En 1604 se terminará de construir un nuevo edificio, de estilo renacentista. Estaba construido con materiales procedentes de Cástulo, este ocupaba aproximadamente el mismo solar del actual edificio.

Se decidió en Pleno Municipal, que para dar mayor importancia a la Casa Consistorial, fuera demolida la manzana de casas que existían en frente del edificio, y en su lugar se construyera una plaza, dando lugar al espacio que ahora conocemos. El primer nombre con el que se la conoció fue, Plaza Real y desde entonces ha recibido varios nombres, Plaza de la Constitución, Rey Absoluto ( en época de Fernando VII ) y más reciente, Plaza de  Linarejos.

Antes de  que se edificara el edificio de la llamada "Casa de la Munición", allá por la mitad del siglo XVII,  existía un montículo, y en lo alto de este , estaban las ermitas de Santiago y San Andrés. A la derecha de este montículo se encontraba un sumidero que recogía las aguas residuales del pueblo. Junto al mismo, al inicio de la calle Jaén, estaba el matadero.

Cuentan que allá por 1808, el mismo 19 de Julio, numerosos linarenses, se acercaron a esta plaza, a la puerta del Ayuntamiento, para saber del discurrir de la Batalla de Bailén, y que un jinete a todo galope, entro en la plaza gritando la victoria del general Castaños sobre los franceses.

En 1875 la plaza se transformó en un paseo cercado y este se embelleció con una hermosa fuente traída de París, llegándolo a conocer popularmente como "el Paseíllo", se convirtió  el lugar de juegos de los chiquillos y de recreo para los abuelos y las niñeras que se sentaban a la fresca sombra de los naranjos de la plaza.

Cuando el agua potable, constituía un bien valioso, el Ayuntamiento, construyó una fuente en el mismo patio del edificio, fuente donde acudían los chiquillos y chiquillas, que por entonces jugaban en el "Paseillo" a calmar su sed con un "jarrillo" el cual se hizo famoso. Llegándose hacer mención en en expresiones cotidianas, como por ejemplo esta, " ni que yo fuera el jarrillo del Ayuntamiento".

En el siglo XX, la plaza sufre varias transformaciones, en Marzo de 1928, se inaugura una estatua de Yanguas Jiménez, que durará poco tiempo. Será en plena República cuando en la plaza, se realizan las obras donde empezará este espacio a tener el aspecto que ahora conocemos. La plaza queda diáfana y durante algunos años es utilizada para la instalación de la feria. El "Paseillo" desaparece y se construyen unos pequeños jardines, sin bancos, por lo que el aspecto de espacio lúdico desaparece, se piensa en las necesidades del trafico más que en zona de recreo, aspecto que a continuado hasta la actualidad.


El paseo de hoy ha llegado a su fin, hemos disfrutado del momento y aprendido algo más sobre la historia de Linares, como ya es costumbre, mis acompañantes están desando hacer una parada y tomar unas "cañas", entablar una tertulia sobre lo que hemos visto, y de lo que aconteció en el lugar visitado, así que nos dirigimos a la taberna "La Casona de Josepi", esta cerca de la Plaza del Ayuntamiento, al inicio de la calle Santiago.







De primero nos han ofrecido de tapa un salmorejo con crujiente de jamón, después hemos continuado con unos filetes rusos con mojo picón, pinchos de pechuga de pollo. Además hemos probado de su carta de raciones, el pastel de espinacas con bacon y crema de roquefort, hemos terminado con un solomillo de cerdo con mostaza caramelizada.



domingo, 29 de septiembre de 2013

Plaza de San Francisco

Corría el año 1554, cuando los franciscanos deciden establecerse en Linares. Construyen un convento en un solar cedido por el Cabildo de la Villa, este solar se extendía desde la actual Parroquia de San Francisco a través del camino de Úbeda (actual calle Viriato) y el primer tramo de la calle Sagunto, llamado entonces  "Callejón de los Frailes".

Según documentos y en algunos planos existentes, desde el siglo XVI,
la plaza de San Francisco, empezó a llamarse así cuando Linares aún es Villa. La Villa crece y se extiende desde la calle Pontón, Ventanas y San Francisco.

El riachuelo "Moderillas" comenzaba aquí, junto al convento. De aguas procedentes de la zona alta de Linares y sobre todo de las sobrantes de los regadíos de las huertas, que existían desde San Francisco, hasta la Plaza de Colón.

Entre la calle Ventanas y San Francisco, se encontraba una cruz de piedra tallada. Cerca de ella se encontraba un puente para poder acceder al convento y al camino de Úbeda, tuvo que ser de una dimensión importante al igual que el existente en las Ocho Puertas, ya que por el podían cruzar carruajes.  En el convento se estableció la primera escuela con la que contó la Villa de Linares.

En 1808, durante la Guerra de la Independencia, se instalan los franceses en el convento de San Francisco, obligando a los monjes a mudarse a domicilios particulares. En 1836 el convento ya cedido al Ayuntamiento, se convierte en hospital de caridad. La Iglesia se conserva, porque es cedida a Santa María como ayuda a la parroquia, ya que Linares ha ido creciendo y solo existía una parroquia. En 1893 San Francisco llega a ser parroquia independiente.


En 1890 durante el plan de ensanche, desaparece la Huerta de los Frailes y se realiza el trazado urbano de la calle San Joaquín. Las dependencias del hospital se ceden a la Guardia Civil para ser utilizado como cuartel, y que abandonarán, cuando se construye la casa cuartel en la calle Tetuan.

En 1927 se derriba en edificio del hospital y se construye el Palacio de Telecomunicaciones, dejando su domicilio anterior en la calle Sagasta.

En la actualidad, en el centro de la plaza se encuentra en monumento a la Inmaculada Concepción de María, obra del escultor Palma Burgos, obra que data de 1954. La imagen se encuentra sobre un capital decorado por ángeles y sustentado por un pilar. La escultura es de mármol blanco pulido y el pilar de piedra caliza. La imagen esta rodeada de unos jardines con cuatro surtidores de agua.


Terminado nuestro paseo por esta plaza y después de haber aprendido algo más sobre la historia de Linares, mis acompañantes y yo guiamos nuestros pasos a la calle Cervantes, más concretamente al Hotel Victoria, a su gastrobar, para tomar unas "cañas" y saborear su buena cocina.
En esta ocasión, nos han sorprendido con las siguientes tapas, de primero Flamenquin Cordobés, después hemos tomado Hojaldre de Solomillo Ibérico con Foie y Manzana Verde, continuando con Milhoja de Bacalao con Piperada y para terminar, un saquito de pasta brick relleno de Rabo de Toro estofado.