
La fundición, junto a las explotaciones mineras, serán subastadas en París en 1864, siendo su adjudicatario Sebastián de Neufville.
En 1884, se construye "La Reina", la chimenea de salida de la bóveda de humos, la construcción más alta de España, obra de Antonio Conejero constructor e industrial linarense.
Serán estos empresarios franceses, los que creen en 1902, en París "La compañía de electricidad y de tracción en España", nuestro tan querido y recordado tranvía. De ahí que unos de los destinos principales de este nuevo transporte, sea el llegar a la fundición "La Cruz".


El poblado que contó con capilla-escuela para hijos de mineros y fundidores, así como una importante casa-cuartel de la Guardia Civil. Con más de una historia de una época "oscura" de este país, y que es guardada entre sus muros. Y un palomar, hermano de los existentes en la plaza de Colón y Santa Margarita, que apenas albergo palomas ya que el agua rica en plomo, se encargo de ellas.
Será en 1947, cuando los franceses dejan de explotar la fundición, esta pasa a manos españolas, pero el fin de la prosperidad esta cerca, el declive minero ya es un hecho irreversible.
La empresa se marca como uno de sus objetivos el fundir mineral de otras zonas de España, su producción aumenta, cuando pasa a pertenecer a un consorcio que agrupa a las principales compañías mineras de este país.
Esta nueva situación, junto con la exportación de mineral africano, no frena la decadencia de esta industria y será en 1990 cuando esta empresa, emblemática de nuestra ciudad cierre sus puertas definitivamente. Instalaciones que son abandonas a su suerte y al saqueo.


Otra ruta que llega a su fin, volvemos desde la desolada fundición a Linares.
Antes de volver a casa, realizamos nuestra parada habitual, unas cañas de cerveza, y nuestra tertulia.
Esta vez la parada es en el Café-bar Marsella, situado en la calle Nueva.
Es un bar de "los de siempre", tapas sencillas y trato cordial.
De primero, hemos pedido la tapa de "la casa", que consiste en lacón con salmorejo, después hemos tomado unas bravas y para terminar, unas gambas rebozadas.
Otra ruta que llega a su fin, volvemos desde la desolada fundición a Linares.
Antes de volver a casa, realizamos nuestra parada habitual, unas cañas de cerveza, y nuestra tertulia.
Esta vez la parada es en el Café-bar Marsella, situado en la calle Nueva.
Es un bar de "los de siempre", tapas sencillas y trato cordial.
De primero, hemos pedido la tapa de "la casa", que consiste en lacón con salmorejo, después hemos tomado unas bravas y para terminar, unas gambas rebozadas.
7 comentarios:
Hola Mariano,
muy interesante esta visita a la fundición.
Me apunto el nombre de ese bar por si un día voy, se me ha hecho la boca agua con la foto del lacón.
Que tengas muy buen domingo!!
Tengo un interés en las viejas estructuras, y es increíble lo que se puede convertir en. Me volveré a leer más. Gracias por compartir Mariano Manuel
Gracias Erika Martín, si entras en otras entradas del blog, podrás encontrar establecimientos muy interesantes para ... Camarero ¡¡Una Caña...por favor!!
Cindy Groulx, gracias por dedicar un ratito de tu tiempo en este nuestro blog.
Hola Mariano Manuel genial gracias feliz inicio de semana
Gracías por tu comentario +Isidro Cristobal Del Olmo, feliz semana también para ti.
Todo lo que habeis comentado en el blog se lo oia contar a mi abuelo que trabajo en la Cruz
Publicar un comentario